El monte de San Pedro, lugar de ubicación de la antigua batería de costa, ocupa una posición estratégica perfectamente escogida desde un punto de vista militar para la defensa de la ría. Su antiguo destino militar como emplazamiento de una batería de costa le confiere una doble singularidad, por una parte su acceso restringido hace que sea un lugar a descubrir y por otra la propia monumentalidad de las instalaciones militares hace que se conviertan en esculturas.
Esta situación de dominio de mar abierto, cierre de la bahía, en competencia con la Torre de Hércules, y una gran altitud (142 m sobre el nivel del mar) ofrece una panorámica excepcional, que fue fundamental a la hora de ordenar las diferentes zonas de uso del parque.